Estos test son estudios genéticos que analizan las variaciones de cada individuo, en concreto, estudian los SNPs o polimorfismos de un solo nucleótido. Esto quiere decir que estas variaciones afectan a una sola letra de la secuencia genética. Se emplean estos polimorfismos y no otros porque son los que mayor prevalencia tienen dado que existen alrededor de 10 millones de SNPs. Un dato importante es:
Para que una variación se considere SNP deben estar presentes dos o más versiones de dicha secuencia en al menos un 1% de la población general.